La reforestación cuadruplica los esfuerzos del año pasado e involucra a escolares y asociaciones locales
El Ayuntamiento de Cullera ha dado un paso más en su compromiso con la sostenibilidad y la recuperación de su entorno natural. Con motivo del Día del Árbol de la Comunidad Valenciana, que se celebra cada 31 de enero, la localidad ha iniciado una campaña de reforestación que superará con creces la del año pasado. En esta ocasión, se plantarán 2.000 ejemplares de pino blanco, algarrobo y palmito en la montaña del municipio, cuadruplicando los 450 árboles plantados en 2024.
Esta iniciativa, además de favorecer la biodiversidad y la mejora del ecosistema, también busca concienciar a la ciudadanía, especialmente a los más jóvenes, sobre la importancia del medio ambiente y su cuidado.
Un proyecto con impacto ecológico y educativo
El concejal de Medio Ambiente de Cullera, Víctor López, ha explicado que esta reforestación es clave para mejorar la calidad del aire, reducir el riesgo de incendios y evitar la erosión del suelo. «Estamos plantando especies autóctonas que se adaptan bien al clima mediterráneo y que, además, funcionan como cortafuegos naturales», ha señalado.
El edil también ha subrayado el impacto educativo del proyecto, ya que en él participan los escolares de la localidad, quienes no solo colaboran en la plantación, sino que también apadrinan un árbol. «Cada niño le pone su nombre a un árbol, lo que refuerza su sentido de pertenencia y responsabilidad con la naturaleza», ha destacado López.
La participación de la comunidad: clave para el éxito
El programa de reforestación comenzó esta semana con los alumnos de 4.º de primaria de los centros educativos de Cullera. En los próximos días, concretamente el 5 y 6 de febrero, continuará con la participación del alumnado de 1.º de la ESO, la Escuela de Adultos y los estudiantes de Formación Profesional de agraria y jardinería del IES Blasco Ibáñez.
Como novedad este año, el proyecto se extenderá a asociaciones locales, que en las próximas semanas también se sumarán a la plantación. Esta ampliación refuerza el compromiso del municipio con la protección de su entorno natural y fomenta la implicación de distintos sectores de la sociedad en la lucha contra el cambio climático.
Beneficios ambientales a largo plazo
Los beneficios de esta reforestación no solo se verán en el corto plazo con una montaña más verde y un suelo más protegido. A largo plazo, los 2.000 árboles absorberán hasta 20 toneladas de CO₂ anuales, contribuyendo de forma significativa a la reducción de la huella de carbono de Cullera.
Con esta acción, el municipio reafirma su apuesta por un desarrollo sostenible y una mayor concienciación ambiental. ¿Qué otras iniciativas crees que podrían implementarse para seguir mejorando el entorno natural de Cullera?