La mujer que salvó el Santo Grial

febrero 15, 2024
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Corría el año de 1939, en concreto, era el día de jueves Santo. En la lonja de la seda de Valencia, se preparó una simbólica ceremonia. De aquel momento, solo nos queda una fotografía. También poseemos, el recuerdo de los pocos que aún viven y, pudieron contemplar aquel acontecimiento.

Se había elegido este edificio monumental, porque  la catedral de Valencia, que había sufrido los destrozos de la guerra civil,  se encontraba en muy mal estado.

Para lo ocasión, estaba allí la banda de música. Cuando entró Marina Suey portando el Santo Cáliz, la música comenzó a sonar. Los acordes de  Richard Wagner inundaron la sala. Como no podía ser de otro modo, la obra elegida, era un fragmento del Parsifal.

Con esta escena, se puso punto y final, a una de esas  historias, que merecen ser contadas correctamente.

Para los Nazis la música de Wagner fue su banda sonora. De todas sus obras el Parsifal era la que a su juicio representaba mejor el espíritu de esta ideología supremacista.

En especial uno de los jerarcas Nazional socialistas estaba especialmente le fascinado esta música su nombre era Henrichi himmler.

Este fue el psicópata al mando de las SS y uno de los promotores del olocausto. En sus delirios misticos la raza aria debía gobernar sobre la humanidad.

Himmler, estaba desando encontrar ese objeto el santo Grial.

El jefe de la SS Habia re construido el castillo de Webelsburg  que pretendía convertir en el corazón del tercer Raich.

En el preparo una sala donde debía brillar la llama inmortal  de los arios junto al Santo Grial. Asi se colocaron las canalizaciones de gas y comenzó la búsqueda de un objeto que fuera el centro de sus absurdas ceremonias.

Los encargados de encontrar el santo grial fueron los miembros de una sociedad científica creada por estos fanáticos llamada Anhenerbe.

Tres objetos eran los que en ese momento tenían las condiciones para ser el Santo Grial. El pimero era el  Santo Catino de Siena. Este es un plato de cristal vede que se conservaba en Italia. Tambien otra reliquia cristina podía serlo. Esta era el Santo Caliz que se encontraba en Valencia .

Pero había otra opción que aquellas leyendas tuvieran su origen el los calderos mágicos de la mitología celta., el caldero de Wundstrums que encontraba en Noruega era una pieza arqueológica de plata que se consideraba una de los recipientes que materializaban mejor aquel mito de la edad de hierro.

Sin duda se estudiaron a fondo todas estas posibilidades.

Pronto llego a manos del jefe de las SS un libro titulado “Cruzada contra el Grial” escrtio por un joven llamado Otto Rhan. Este investigador proponía que el Santo Grial habia estado escondido por los cataros en el castillo de Mont –Segur en el sur de Francia. En la epopeya medieval germánica , que habia servido de base para el Parsifal de Wagner, se mencionaba una montaña Montsalwage donde se encontraba escondido el castillo del Grial.Para este investigador Monsalwage hacia referencia a Montsegur. En esta hipótesis Otto Rahan identifico a PErceval conmo el conde de Carcasona. Los delirios sin fundamente de esto libro cautivaron henrich himmler.

 Asi Otto pese a ser homosexual, vendio su alma a aquellos fanticos he ingreso en las SS. Se olvidaron por completo que los cataros no creían en reliquias. Toda la unión de aquellos buenos hombres con el Grial nace de esta hipótesis nacida en el siglo XX.

En 1934 una expedición de las SS al sur de Francia liderada por Otto Rhan se dedico a rastrear toda la montaña en busca del ansiado Grial . No encontraron nada. EL pobre Otto Rhan acabaría suicidándose en una montaña de los alpes años depues.

Pero fijémonos en lo que paso en Valencia .

En 1936  dos horas antes de que la catedral fuera saqueada e incendiada, de una pequeña puerta, que da a la calle de la Barquilla, salió una joven con una bolsa de ir a la compra bajo el brazo.

En el fondo de este bolso y envuelto en papel de periódico, se escondía la preciada copa de oro y brillantes. El Santo Caliz de Valencia

La familia de Marina Suay, custodiaron la sagrada reliquia primero en varios pisos de Valencia. Finalmente, la trasladarían a una casa, que tenían en el pueblo de Carlet.

Allí, metieron la santa copa, en una caja de metal y esta a su vez, la incrustaron entre los gruesos muros de adobe de la antigua vivienda.

El canónigo Elías Olmos en su libro, cuenta que unos anticuarios Judíos de Ámsterdam les ofrecieron 7 millones de pesetas en oro, por la reliquia. El otro hecho sorprendente es que se fletó un hidro-avión desde Mallorca que, llegó a amerizar en la playa de la Malvarrosa con la intención de que subieran a él Marina Suay y el cáliz.

Pese a las ofertas, el sagrado cáliz, no se movería de Carlet.

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Pongamos estos curiosos hechos en contexto. Las preguntas que se plantean, nos suscitan una aplastante sospecha. ¿Cómo se enteraron unos judíos de Amsterdam de donde estaba la Reliquia? ¿Quién pilotaba ese hidro avión?

En la Holanda del 36 el antisemitismo, era ya palpable y la comunidad hebrea, anticuarios incluidos, no parece que estuviese en condiciones de desembolsar esa cantidad por ninguna pieza salida de España. Si repasamos el parque de aviones, que poseían en ese momento los sublevados, no había ningún hidroavión. En esos momentos, los únicos de esos aparatos que había en Mallorca, pertenecían a los aviones de la operación Condor. ¿Quién en Europa, en ese momento, estaba ansiosa por hacerse con cualquier reliquia, que pudiese demostrarse que era el Grial?

Las sospechas están claras. Desde hacía años la Anhenerve, los científicos nazis encargados de crear una nueva pseudo-historia aria,  había comenzado una rigurosa búsqueda, en pos de ese objeto legendario.

Resulta poco probable que, en sus análisis, los meticulosos científicos nazis, hubieran pasado por alto, la presencia de la copa de Valencia. Afortunadamente nadie pudo hacerse con este tesoro.

Las sospechas de que en España se encontraba la solución al enigma fueron creciendo.

En 1940 de Henrich Himmler visito la abadia de nuestra señora de Montserrat, preguntando por el Grial. Para el jerarca nazi Montsalwage seria la montaña de  Montserrat y convencido de esto pregunto a los monjes del monasterio catalán.

La “mureneta” aún se está riendo de ese pequeño alemán con gafitas.

La historia completa es mil veces más sugerente.

Por alguna razón, acabada la guerra civil, los alemanes desestimaron la reliquia del Turia, como su ansiado Grial.

Fue descartado, por ser demasiado católico y demasiado mediterráneo. No podía ser ese el Grial de los nórdicos arios.

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 Hoy sabemos que el caliz de valencia estuvo custodiada por templarios en la abadia fotificada de San Juan de la Peña durante en época medieval. Sobre este monasterio de lo Pirineos se encuentra el monta San Salvador. Mont salvatorias ese Motsalwage que cito el poeta alemán. En la base de la copa tal y como relato el poeta habia una inscripción. Entre los guardianes de la santa reliquia en el siglo XII se encontraba el conde de Perche. Perceval, Parsifa no fue una fantasia.

En el gobierno de Franco. Por extrañas razones, poco después de la guerra, se desató una inusitada atención por el Santo Cáliz. Curioso, en un país plagado de grandes reliquias y obras de arte, re-nació un peculiar interés por esta pieza. Durante la contienda, hubo muchas imágenes, reliquias y tesoros, que se salvaron gracias a personas valientes como Marina Suay.

Parece que, alguien les había puesto en alerta, del potencial propagandístico de esa reliquia en concreto.

Una de las películas más extrañas que se hicieron en la postguerra fue, el Parsifal de 1951. Lo más nórdico de la historia de España, los visigodos, se unió a la leyenda del Santo Cáliz. El resultado es, cuanto menos curioso. Ni el parque temático más descabellado, sería capaz de unir las dos historias, con la música de la famosa ópera, como banda sonora.

Otro de los actos propagandísticos, más sonados, fue el traslado de la santa Reliquia de Valencia, al monasterio pirenaico de San Juan de la Peña. No tuvieron ningún problema en llamarlo “el Grial” en el NODO.

Pero no acaba aquí esta historia en 2009 en el fondo de un lago en Babiera apareció un enorme caldero hecho de oro puro. Henrich Himmler creo su propio Grial . Tomando como modelo el caldero de Gundstrup mando construir esta pieza. Los documentos que aparecieron en una buardilla parecen indicar que esta joya estuvo en el castillo de Webelsburg hasta que en 1945 en su huida los Nazis la sumergieron en el fondo del lago de Chiemsea.

Al no poder encontrar nada es su búsqueda que se ajustase a su absurda visión del mundo recrearon su mito.

Las sospechas están ahí. Los nazis, se  intentaron hacer con el Santo Cáliz, en su loca búsqueda del Grial. Todos los indicios apuntan a eso. Afortunadamente, una mujer y una familia humildes, se pusieron a la altura de los héroes medievales y, sus fabulosas leyendas de valor y coraje.

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