La Sucursal y Postigo Obras y Servicios, continúa las pruebas experimentales del que podría convertirse en uno de los restaurantes más increíbles antes conocidos: Virtuchef.
Ese proyecto inició en el 2013 y pretende demostrar cómo sería comer en un sitio donde el diseño, la programación gráfica, y la inteligencia artificial se unen, dándole a los comensales uno de los momentos más asombrosos de sus vidas.
¿Cómo funciona Virtuchef? En primer lugar, los clientes al entrar en el espacio interactúan con un tótem, que los atiende e identifica por individual. En ese momento se les permite seleccionar una de las mesas disponibles.
No existe personal que les reciba, lo más cercano a eso es la voz de una mujer que dialoga con ellos, para asegurar la reserva de su mesa.
“En el techo se proyecta una especie de brújula, que dirige a los comensales al lugar escogido. No importa cuánto se mueva usted, la brújula siempre apuntará a donde esté la mesa”, explicó Javier Mateo, investigador que trabaja para Virtuchef.
Ya sentados, la mesa se transforma en una enorme pantalla táctil donde el cliente puede ver su menú, escoger sus platos, ver el “making of” de lo que comerá, hablar con el chef o comunicarse con otros vía streaming.
Esto último permite una práctica, que va más allá de tomar fotografías del plato que comerá. La tecnología usada le facilita llevar imágenes claras a su móvil u otra información que guste.
Virtuchef, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria español, estaría pronto a recibir público que pruebe, opine y celebre esta brillante idea.
“Lo consideramos como un nuevo y gran concepto de restaurante, que suma la gastronomía y tecnología. Es toda una autopista de información gastronómica, porque la alta cocina genera mucha información. Es una conexión entre dos mundos que parece que no se entienden, pero sí.”, dijo Jaime Guixeres, coordinador científico del Laboratorio de Neurotecnologías Inmersivas, responsable de Virtuchef.