Pilar Prades Santamaría: La envenenadora de Valencia

mayo 23, 2024
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La historia de la última mujer ejecutada en España

Pilar Prades Santamaría, nacida en 1928 en Bejís, Castellón, pasó a la historia criminal de España como «la envenenadora de Valencia». Su vida, marcada por la pobreza y la desesperación, terminó trágicamente en el garrote vil en 1959. Este artículo narra la escalofriante historia de Pilar, desde sus humildes comienzos hasta los crímenes que la llevaron a convertirse en la última mujer ejecutada en España.

Orígenes humildes y trabajo como criada

Pilar Prades Santamaría nació en una familia extremadamente pobre. A los doce años, se trasladó a Valencia en busca de trabajo como criada. Su analfabetismo, aspecto físico poco agraciado y carácter frío le dificultaron encontrar empleos estables. Cambiaba de casa con frecuencia y llegó a trabajar en tres hogares distintos en un solo año.

En 1954, a los 26 años, Pilar comenzó a trabajar para Enrique Vilanova Iranzo y Adela Pascual Camps, dueños de una charcutería en la calle Sagunto. Su labor consistía en las tareas del hogar y ayudar en la tienda cuando era necesario. Pronto, Pilar comenzó a fantasear con la idea de tener su propia tienda, y pensó que si Adela moría, ella podría casarse con Enrique y convertirse en la dueña.

El primer crimen

En marzo de 1955, Adela Pascual, quien había gozado de buena salud salvo por algunos cólicos hepáticos, comenzó a sentirse mal. Los síntomas incluían vómitos, mareos y debilidad muscular. El médico, desconcertado, diagnosticó una gripe, pero los remedios no mejoraron su estado. En mayo, tras semanas sin mejoría, la salud de Adela empeoró repentinamente y falleció el 19 de mayo de 1955. El médico atribuyó su muerte a una pancreatitis hemorrágica.

Pilar no asistió al funeral de Adela. Convenció a Enrique de mantener la tienda abierta ese día y se quedó para atenderla. Cuando Enrique regresó, encontró a Pilar vestida con uno de los delantales de encaje de Adela y actuando como si fuera la dueña. Desagradado por su actitud, Enrique despidió a Pilar y poco después vendió la tienda y se marchó de Valencia.

Nuevos empleos y más sospechas

Pilar encontró un nuevo trabajo gracias a su amiga Aurelia, quien la recomendó al matrimonio Berenguer. El doctor Manuel Berenguer Terraza y su esposa María del Carmen Cid vivían con sus cuatro hijos en Valencia. Al principio, todo marchaba bien, pero en marzo de 1956, Aurelia se enfermó con síntomas similares a los de Adela: vómitos, diarrea, hinchazón y pérdida de peso. El doctor Berenguer, incapaz de identificar la enfermedad, ingresó a Aurelia en un hospital, donde comenzó a mejorar. Sin embargo, poco después, María del Carmen comenzó a mostrar los mismos síntomas.

Descubrimiento del envenenamiento

El doctor Berenguer, preocupado, interrogó a su esposa sobre cualquier sabor extraño en su comida. María del Carmen mencionó que el café con leche que Pilar le servía tenía un sabor muy dulce, diferente al del azúcar. Berenguer consultó a su colega Leopoldo López Gómez, quien sugirió la prueba del propatiol, que reveló niveles elevados de arsénico en el cuerpo de María del Carmen.

Berenguer despidió a Pilar, pero para evitar que huyera, le ofreció pagarle el resto del mes y darle buenas referencias. Luego contactó a Enrique Vilanova, quien describió los síntomas de Adela, que Berenguer reconoció al instante. Convencido de que Pilar era una envenenadora, denunció el caso a la policía.

Arresto y juicio

Pilar fue arrestada el 20 de febrero de 1957. Aunque negó los envenenamientos, la policía encontró entre sus pertenencias una botellita de Diluvión, un matahormigas con arsénico. La fiscalía la acusó del asesinato de Adela y del intento de asesinato de Aurelia y María del Carmen.

Durante el juicio, la fiscalía presentó a Pilar como una asesina fría que mató a Adela para ocupar su lugar y envenenó a Aurelia y María del Carmen por despecho. Pilar proclamó su inocencia, pero fue condenada a muerte el 28 de octubre de 1957. Sus apelaciones fueron rechazadas y su última esperanza, un indulto de Francisco Franco, no llegó.

Ejecución y legado

El 19 de mayo de 1959, Pilar Prades fue ejecutada mediante garrote vil. Su ejecución, llevada a cabo por Antonio López Sierra, fue un evento traumático, tanto para el verdugo como para los presentes. Pilar se convirtió en la última mujer ejecutada en España, y su historia inspiró a Luis García Berlanga y Rafael Azcona para la película «El verdugo».

En 1985, la serie «La huella del crimen» recreó su caso, lo que llevó a una demanda por parte de su hermano José Prades, que fue desestimada por el Tribunal Supremo.

Conclusión

La historia de Pilar Prades Santamaría es un oscuro capítulo de la historia criminal de España. Su vida, marcada por la pobreza y la desesperación, culminó en una serie de crímenes que la llevaron a la horca. La tragedia de sus víctimas y la brutalidad de su ejecución han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva. ¿Qué factores crees que llevaron a Pilar a cometer estos crímenes? ¿Cómo podemos evitar que personas en situaciones similares recurran a actos tan extremos?

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