La historia del Museo del Naipe de Oropesa del Mar es una aventura que comenzó en 1962, cuando Juan Carlos Ruiz, entonces un joven estudiante, inició su carrera laboral en la fábrica de Naipes Heraclio Fournier. Lo que empezó como un empleo eventual se transformó en una pasión que perdura hasta hoy, con la creación de un museo dedicado a su vasta colección de más de 16,000 juegos de naipes.
Orígenes en la Fábrica de Naipes
El primer contacto de Juan Carlos con los naipes ocurrió en la fábrica Heraclio Fournier, donde quedó fascinado por el proceso de impresión y el diseño de las cartas. A lo largo de 40 años, adquirió una profunda experiencia en la imprenta y la producción de naipes, culminando en diversos roles dentro de la empresa, desde aprendiz hasta director de la Oficina Técnica.
Creación del Museo
En 2002, tras retirarse de la fábrica, Juan Carlos y su esposa Maru se mudaron a Oropesa del Mar, donde rehabilitaron una casa antigua para convertirla en el Museo del Naipe. Abierto al público el 22 de junio de 2002, este espacio ofrece una mirada única a la historia y el arte de los naipes, destacando la labor de artesanos naiperos de todo el mundo.
Un Proyecto Familiar
El museo no solo es un reflejo de la pasión de Juan Carlos, sino también un proyecto familiar. En 2007, su hija Ainhoa se unió al equipo, aportando su conocimiento y gestión a la dirección técnica y comercial del museo. Esta colaboración ha permitido que la colección crezca continuamente, enriquecida tanto por adquisiciones como por donaciones de visitantes.
Una Colección Impresionante
Con más de 16,000 juegos de naipes, la colección del museo es una de las más extensas del mundo. Cada baraja cuenta una historia y refleja un arte que ha fascinado a generaciones. Desde los diseños más antiguos hasta los más modernos, cada visita al museo es un viaje a través del tiempo y las culturas.
Opiniones de los Visitantes
El libro de firmas del museo está lleno de comentarios de visitantes maravillados por la experiencia. Algunos destacan la riqueza cultural y humana del lugar, mientras que otros se sorprenden por la fascinación que puede generar el mundo del naipe. Frases como «Un lugar, fuera de lugar» y «Nunca me había parado a pensar lo fascinante que puede llegar a ser el mundo del naipe» reflejan el impacto positivo que el museo tiene en quienes lo visitan.
El Museo del Naipe de Oropesa del Mar es, sin duda, un destino imperdible para los amantes de la historia, el arte y, por supuesto, los naipes. Cada visita es una oportunidad para descubrir la belleza y complejidad de un objeto tan cotidiano como una baraja de cartas.
