Una mirada detallada a la cuarta y última oleada de invasiones vikingas en la costa levantina
La cuarta y última oleada de invasiones vikingas afectó, sobre todo, a la costa de Levante. Como siempre, los vikingos pasaron primero por Asturias y Galicia, para después dirigirse hacia el sur y llegar a las aguas mediterráneas. Durante la primera mitad del siglo XI, los normandos establecieron pequeños reinos o principados en Almería, Alicante, Denia, Valencia y Baleares. La desintegración del califato de Córdoba, que dio lugar a los primeros y pequeños reinos de taifas, facilitó sus invasiones, ya que estos no pudieron hacer frente a los ataques vikingos.
El Inicio de la Oleada Vikinga
Los ataques vikingos en la península ibérica comenzaron en el año 844 cuando una expedición fue avistada en Gijón y posteriormente atacó tierras gallegas en A Coruña. Los normandos descendieron hacia el sur bordeando la costa y entraron en Al-Ándalus, donde asaltaron Lisboa, Cádiz y Sevilla, navegando por el Guadalquivir con sus naves. Desde Sevilla, se adentraron en el interior para atacar otras ciudades. Sin embargo, las fuerzas del emir Abd al-Rahmán I lograron vencer al grueso del ejército invasor, matando a más de 1.000 vikingos en Sevilla y capturando y ejecutando a otros 400. Los supervivientes fueron expulsados del territorio.
Continuación de los Ataques Vikingos
Esta derrota no puso fin a las incursiones vikingas en la península. En el año 858, los vikingos atacaron Algeciras, Orihuela y las Islas Baleares, estableciendo una base en el sur de Francia desde donde lanzaron más ataques. Algunos historiadores afirman que conquistaron Pamplona en el año 859 remontando el río Ebro y sus afluentes, aunque otros sostienen que accedieron a la ciudad navarra desde el golfo de Vizcaya. En cualquier caso, tomaron prisionero al Rey García Iñiguez de Pamplona y no lo liberaron hasta recibir un cuantioso rescate. Ese mismo año, los vikingos también desembarcaron en Galicia y atacaron Santiago de Compostela remontando el río Arosa.
Última Gran Oleada y Establecimiento en la Costa Levantina
Una nueva oleada de ataques se produjo durante la segunda mitad del siglo X, durando aproximadamente cinco años. Durante estos años, atacaron de nuevo Lisboa y Santiago de Compostela, entre otras ciudades. Finalmente, en el año 1030, los vikingos regresaron para continuar sus incursiones en Galicia y el levante español, donde establecieron asentamientos en forma de pequeños reinos en Valencia, Almería, Denia y Baleares.
Influencias Vikingas en la Cultura Española
La presencia vikinga en la península ibérica no solo se limitó a saqueos y batallas. Su influencia en la mitología local es evidente. Muchas leyendas y cuentos tradicionales españoles contienen elementos vikingos. Un ejemplo notable es la figura de El Cid, considerado por algunos historiadores como un héroe con características vikingas.
Conclusión
La compleja y sangrienta época de las invasiones vikingas dejó una profunda marca en la historia de España. La desintegración del califato de Córdoba facilitó la última oleada de ataques, que resultó en la creación de pequeños reinos vikingos en la costa levantina. Aunque fueron finalmente derrotados y expulsados de la península, su legado sigue siendo objeto de fascinación y estudio, evidenciando una rica intersección de culturas en la historia española.