Acaso es el Puig la villa mas antigua que se encuentra entre Valencia y Murviedro, pues con bastante fundamento aseguran varios escritores ser anterior á la célebre Sagunto; pero no fue conocida con este nombre hasta el tiempo de la conquista, sino con los de Enésa y Cebolla, que según piensan algunos historiadores, eran dos lugares distintos aunque muy inmediatos el uno al otro (1). Su antigüedad y la importancia que en posición topográfica le concedía, en el tiempo de la conquista hacen se la mire con respeto, llena de venerandos recuerdos, y aun prescindiendo de los que ha dado lugar el hallazgo de la Imagen de la Virgen, y erección del magnífico monasterio, encontraremos en cada casa y en cada piedra un hecho que admirar, un nombre que trasmitir con gloria á la posteridad.
Pero entre todos los edificios que aun subsisten en parte, descuella en una altura un montón de escombros y en medio de ellos hay una descuidada cisterna, que nos dicen que allí estuvo el antiguo castillo, que allí se creyeron fuertes los moros, que allí ondearon los aragoneses estandartes, y que
aquel fue el punto elegido por D. Jaime para que sirviera como de llave para la conquista de Valencia.
Todo tiene sus recuerdos y su historia, y hasta la casi olvidada cisterna tiene también los suyos y su popular tradición. Créese que hallándose sitiados los caballeros cristianos y careciendo de agua, el caballo del rey D. Jaime dio en el suelo una patada con la que abrió un agujero y se encontró la cisterna que hoy existe, por lo que es conocida por todos aquellos lugares con el nombre de Palada del rey Don Jaime.
Mas recuerdos, sin embargo, inspiran al hombre pensador, algunos pedazos que todavía existen de la antigua muralla del castillo, y no puede menos de considerar la sangre que se habrá derramado con la intención de guardar aquellas piedras, y los memorables hechos que con este objeto y motivo tuvieron lugar.
Seria nunca acabar el hacer mención de todos ellos, pues basta para conocer la importancia de aquel punto, la prisa que se dio el rey D. Jaime en reedificarlo luego que los moros lo abandonaron y el ahínco que puso en conservarlo. Conocimiento deben de tener de la célebre batalla en que D. Bernardo Guillem de Entenza derrotó el ejército de Zaen y por la cual se levantó la ermita de san Jorge ; pero no fue solo esta vez la que dio lugar á célebres acontecimientos la guarda de aquel fuerte. En muy poco estuvo que el rey D . Jaime no cayera prisionero en poder de los moros, como le sucedió á uno de los de su escolta, por querer á todo trance salvar el castillo de un asalto. Fue el hecho, que hallándose el rey en Burríana tuvo noticia de que Zaen había vuelto á salir de Valencia con el objeto de ganar el castillo de Enésa llamado entonces por los cristianos de Santa Maria, é inmediatamente lo supo juntó su gente y se puso en marcha para Murviedro. De allí mandó sus corredores para averiguar lo que de cierto hubiera, y vueltos al campo le manifestaron ser falsa la noticia, por lo que determinó volverse á Burríana, adelantándose á pasar el río de Murviedro con diez y siete caballeros, entre los cuales iban D. Pedro Cornel, D. Gimen de Foces, D. Fernán Perez de Pina, Fortuño Lopez y Miguel Garces, y á la otra parte del rio encontrábanse por casualidad algunos moros que, juntos con la gente de D. Artal de Alagon, desterrado entonces del reino y unido á los enemigos de la fe, formarían el número de ciento y treinta de á caballo, y aunque inmediatamente que Miguel Carees les vio dio el grito de alarma y arremetió hacia ellos, los demás, contenidos por
el monarca, no le siguieron y fue hecho Garces prisionero.
D. Artal de Alagon no quiso sin duda atacar á los cristianos por respetos á la persona del rey, y habiendo esperado éste socorro de D. Berenguer de Entenza, llegó á Burríana sin otra pérdida que la de Garces.
También supo el rey que dentro de aquellos muros había muerto su tio, el valiente caballero D. Bernardo Guillem de Entenza, y constituido inmediatamente en aquel punto determinó, contra el parecer del infante y dé los rícos-omes, no abandonar el castillo del Puig ni su frontera hasta que ganara la ciudad como así lo verificó. E. de P. Arólas. El Fénix (Valencia). 2/11/1845
Datos históricos:
Fue arrasado por el rey don Pedro en 1347. Las fortificaciones de la Guerra Civil fueron levantadas entre finales de 1938 y principios de 1939 como parte de la línea inmediata de defensa de Valencia, diseñada en junio de 1938 ante la amenaza que para la ciudad supuso la ofensiva nacional sobre Aragón que alcanzó el mar en Vinaroz. En las obras trabajaron prisioneros de guerra que han dejado inscripciones en el cemento fresco.
(1) Mas es preciso advertir, para quitar una equivocación, que aunque el Rey D. Jaime , en su Escritura de Donación llama al Puig indiferentemente, de Enésa, ò Cebolla; no es lo mismo ; que esto es , porque en dicha Escritura hace también donación á mi Region de la Iglesia , con todos los derechos Parroquiales, agregando à ella el lugar de Cebolla; porque Enésa, y Cebolla eran en lo antiguo dos Poblaciones distintas.
Consta esto de casi todas las Escrituras antiguas del Siglo de la Conquista. La de Donación de Parroquia,» que hicieron el limo. Sr. Obispo, y Cabildo de Valencia, año 1245. dice asi:
El Rector, como verdadero Rector administre à sus Parroquianos, es à saber, del Puig, y de Cebolla. Otra, autorizada Por Pascual de Ne…bus Notarlo publico de la Ciudad de Valencia año 1330. dice: Que Raymunda, Viuda de Pedro Elrgue , antes habitador en la Villa del Puig, y después en la Ciudad de Valencia , recibió de Berenguèr Gaconi, habitador en Cebolla , 150. sueldos , precio de un pedazo de tierraa, que le vende sito en dicha Villa del Puig, &c. ( Monumento I . ) Es pues cosa muy clara, que al tiempo de la Conquista era Cebollа Lugar distinto, hoy arruinado , del Puig.
Historia de la Virgen del Puig, por el R. P. Fr. Francisco Martinez.
