El Ayuntamiento de València ha dado un paso crucial hacia la protección de su patrimonio histórico con la implementación de un ambicioso plan de vallado y seguridad para las Fallas 2025. Este esfuerzo, liderado por el concejal de Cultura, José Luis Moreno, busca garantizar que los monumentos y edificios emblemáticos de la ciudad estén a salvo durante una de las fiestas más multitudinarias y vibrantes del calendario valenciano.




Un Protocolo Integral para Salvaguardar el Legado Cultural
El protocolo aprobado recientemente establece un marco claro para proteger tanto Bienes de Interés Cultural (BIC) como Bienes de Relevancia Local (BRL). Según Moreno, «hemos ampliado significativamente el número de monumentos protegidos este año, incluyendo nuevos espacios susceptibles de daños durante las celebraciones». Entre los recién incorporados destacan la Iglesia de los Santos Juanes y Covetes de San Juan, así como la Torre de San Bartolomé.
Este plan no solo se centra en el vallado físico, sino también en medidas preventivas que buscan minimizar riesgos específicos. Por ejemplo, se prohíbe la instalación de puestos emisores de humos cerca de museos o salas de exposición, ya que estos pueden afectar negativamente la conservación de las obras custodiadas en su interior. Además, áreas clave como la Lonja de Mercaderes, las Torres de Serranos y Quart, la Catedral y la Almoina quedarán libres de contenedores y urinarios temporales, preservando así su entorno visual e integral.
La Lonja, Patrimonio de la Humanidad, Contará con Vigilancia Especial
Uno de los puntos más destacados del protocolo es la protección reforzada de la Lonja de Mercaderes, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para garantizar su seguridad, se dispondrá de un servicio adicional de seguridad privada que vigilará el perímetro durante toda la duración de las Fallas. Esta medida refleja el compromiso del Ayuntamiento con la conservación de uno de los símbolos más importantes de la ciudad.
Colaboración Ciudadana: Una Pieza Fundamental
Aunque el Ayuntamiento está tomando todas las precauciones necesarias, Moreno hizo hincapié en la importancia de la colaboración ciudadana. «Es fundamental que todos, tanto residentes como visitantes, entendamos que la protección del patrimonio es responsabilidad colectiva», afirmó. Pequeños gestos, como evitar arrojar basura cerca de monumentos o respetar las zonas valladas, pueden marcar una gran diferencia en la preservación de estos tesoros históricos.
Adaptación Continua Basada en Experiencias Pasadas
El protocolo no es un documento cerrado, sino un instrumento flexible que se actualizará anualmente según las incidencias registradas durante las fiestas. Esto permitirá identificar nuevos «puntos negros» y ajustar las medidas de protección en función de las necesidades reales. Según Moreno, «este enfoque nos permite aprender de cada edición y mejorar progresivamente nuestra capacidad para proteger nuestro patrimonio».
Impacto Positivo en la Identidad Cultural
Las Fallas son mucho más que una fiesta; son una expresión de la identidad cultural de València. Proteger el patrimonio histórico durante estas celebraciones no solo asegura la conservación física de los monumentos, sino que también contribuye a preservar la memoria colectiva de la ciudad. Este equilibrio entre tradición y modernidad es vital para mantener vivo el espíritu fallero sin comprometer el legado que define a València.
Conclusiones
Con el inicio de los trabajos de vallado, el Ayuntamiento de València demuestra su determinación por salvaguardar el patrimonio histórico de la ciudad durante las Fallas 2025. A través de un protocolo integral que combina infraestructura, vigilancia y educación ciudadana, se busca crear un entorno seguro donde convivan festividad y conservación. Este esfuerzo no solo beneficia a los actuales disfrutadores de las Fallas, sino que también asegura que futuras generaciones puedan admirar y disfrutar de los tesoros culturales que hacen única a esta ciudad mediterránea.
Mientras las calles de València se preparan para recibir a miles de visitantes, queda claro que la protección del patrimonio es un acto de amor hacia nuestra historia compartida. Solo con la colaboración de todos podremos celebrar nuestras raíces sin poner en peligro lo que nos hace únicos.