n 1936, Lucía Casado ofreció una serie de consejos útiles para las mujeres en relación con el cuidado del hogar y la solución de problemas cotidianos. Estos consejos reflejan la época y muestran cómo las tareas domésticas y el mantenimiento del hogar eran considerados principalmente responsabilidad femenina, así como la creatividad e ingenio necesarios para manejar las limitaciones de los productos disponibles en ese tiempo. Aquí se destacan algunos de estos consejos:
- Para exterminar la polilla: Se recomendaba introducir una aguja empapada en gasolina en los agujeros de los muebles afectados por la polilla, lo cual evidencia el uso de métodos caseros y potencialmente peligrosos para resolver problemas de plagas.
- Para mantener brillantes los azulejos: Se sugería limpiar los azulejos con jabón y estropajo, seguido de una aplicación de aceite de linaza y frotado intensivo para lograr brillo, demostrando el uso de productos naturales en la limpieza.
- Para limpiar las manchas de licor: Se aconsejaba tratar las manchas en las telas con agua pura y, dependiendo del color del tejido, con alcohol o agua acidulada con ácido clorhídrico o nítrico, lo cual muestra un conocimiento práctico de la química doméstica.
- Agua de quinina para limpiar el cabello: La receta incluía quinina amarilla, carbonato de potasa, conchilla, alcohol y aceite esencial, lo que indica el uso de compuestos químicos para el cuidado personal en una época donde los productos comerciales eran menos accesibles o asequibles.
- Contra las cucarachas: Se proponía una mezcla de tártaro, harina y azúcar en polvo para esparcir en áreas frecuentadas por cucarachas, reflejando métodos de control de plagas caseros antes de la prevalencia de insecticidas comerciales.
- Para quitar las manchas del sol: Se recomendaba aplicar una pasta de greda y agua fría sobre la piel quemada por el sol, un método interesante que destaca el uso de recursos naturales para el cuidado de la piel.
Estos consejos no solo proporcionan una ventana a las prácticas domésticas de la época, sino que también subrayan la carga que recaía sobre las mujeres para mantener el hogar. A través de estas recomendaciones, se observa cómo las mujeres utilizaban su ingenio para solucionar problemas cotidianos con los recursos disponibles, muchas veces haciendo uso de la química y la física sin un conocimiento formal de estas ciencias. Esto refleja una época donde el rol de la mujer estaba firmemente anclado en el ámbito doméstico, pero también destaca su capacidad para gestionar y mejorar el hogar con métodos ingeniosos y prácticos.