La Entrada de Toros y Caballos de Segorbe, un evento que data del siglo XIV, se ha consolidado como una de las festividades más emblemáticas de la Comunidad Valenciana. Esta celebración, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural Inmaterial, es un espectáculo único que atrae a miles de espectadores con su mezcla de tradición, adrenalina y respeto por los animales.
La Comunidad Valenciana es hogar de muchas festividades tradicionales que reflejan la rica herencia cultural de la región. Entre estas, la Entrada de Toros y Caballos de Segorbe destaca por su singularidad y por la profunda conexión que mantiene con las raíces históricas y culturales de la localidad. Este evento, celebrado anualmente durante la segunda semana de septiembre, se ha convertido en un símbolo de identidad para los habitantes de Segorbe y una atracción imperdible para turistas de todo el mundo.
Un poco de historia: Orígenes de la fiesta
Aunque la fecha exacta del origen de la Entrada de Toros y Caballos es incierta, existen registros que sugieren su existencia ya en 1386. En ese entonces, las festividades taurinas formaban parte de las celebraciones en honor a San Juan y San Pedro, dos de los santos patronos del municipio. A lo largo de los siglos, este evento evolucionó, adaptándose a los cambios sociales y culturales, hasta convertirse en el espectáculo ritualizado que conocemos hoy.
Inicialmente, la Entrada tenía un propósito puramente funcional: seleccionar y trasladar a los toros desde los corrales situados cerca del río hasta la plaza del pueblo, donde serían lidiados posteriormente. Con el tiempo, esta actividad se fue transformando en un evento festivo, con la participación de jinetes que acompañaban a los toros en su recorrido, asegurando que ningún animal se desviara del camino.
Descripción detallada del festejo
La Entrada de Toros y Caballos es un encierro único en su género, que se distingue por la participación de caballos montados por expertos jinetes y por la ausencia de barreras físicas a lo largo del recorrido. Este último aspecto es particularmente notable, ya que son los propios espectadores quienes, formando murallas humanas, delimitan el camino por el que deben pasar los toros y los caballos.
El recorrido comienza en la torre del Botxí y finaliza en la plaza de la Cueva Santa, con una duración de apenas 40 a 45 segundos. A las 14:00 en punto, una carcasa señala el inicio del encierro, marcando el momento en que los seis toros bravos comienzan su carrera hacia la plaza. Es en este punto donde los jinetes, esperando en la plaza de los Mesones, recogen a los toros y los guían a lo largo del recorrido, que abarca aproximadamente 450 metros.
Lo más impresionante de este evento es la precisión y coordinación que se requiere para que los toros sigan el camino establecido sin detenerse o desviarse. Los jinetes deben mantener el control de la manada en todo momento, guiándolos con destreza y asegurando que lleguen a la plaza de manera segura.
Actos que componen la celebración
La Entrada de Toros y Caballos no es solo el encierro en sí, sino que está compuesta por una serie de actos que enriquecen la experiencia festiva. Estos actos incluyen:
- Subida del Rialé: Alrededor del mediodía, la manada de toros es trasladada desde los corrales cercanos a la pedanía de Peñalba hasta el corral provisional en la calle del Argén. Este recorrido, conocido como el Rialé, se realiza a un ritmo tranquilo, permitiendo a los espectadores observar de cerca a los toros mientras se preparan para la Entrada.
- La tria: En la torre del Botxí se seleccionan los seis toros que participarán en la Entrada ese día. Este proceso es crucial para garantizar que solo los toros más aptos realicen el recorrido.
- La reunión: A las dos en punto, tras el disparo de la carcasa, los toros giran desde la calle del Argén hacia la plaza de los Mesones, donde los esperan los jinetes. Este es el único punto del recorrido que está vallado, para facilitar el control de la manada.
- La carrera: Es el momento culminante del festejo. Los toros recorren los 450 metros desde la plaza de los Mesones hasta la plaza de la Cueva Santa, guiados por los caballistas y escoltados por el público que, a última hora, se aparta para dejar pasar a la manada.
- El desfile de los caballistas: Después de que los toros han sido encerrados en la plaza de la Cueva Santa, los caballistas recorren nuevamente las calles, recibiendo el aplauso del público en reconocimiento a su labor.
El simbolismo y la importancia cultural
La Entrada de Toros y Caballos no solo es un espectáculo emocionante, sino que también es un reflejo de la identidad y las tradiciones de Segorbe. La transmisión de este legado de generación en generación ha permitido que la fiesta se mantenga viva y relevante, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para los segorbinos.
Este evento también es un ejemplo de cómo las festividades taurinas, a pesar de la controversia que a veces las rodea, pueden celebrarse con un profundo respeto por los animales. La organización cuidadosa, el manejo responsable de los toros y la participación activa de la comunidad aseguran que la Entrada sea una celebración en la que la tradición y el bienestar animal coexisten.
La influencia turística y la proyección internacional
Desde su declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2005 y su reconocimiento como Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2011, la Entrada de Toros y Caballos ha ganado una proyección internacional significativa. Cada año, más de 150.000 personas acuden a Segorbe durante la semana de la Entrada, generando un impacto económico considerable para la localidad.
Además, la fiesta ha inspirado la creación de un Centro de Interpretación, donde los visitantes pueden aprender sobre la historia y los detalles de la Entrada a lo largo del año. Este espacio educativo refuerza el vínculo entre la comunidad y su patrimonio, al mismo tiempo que promueve el turismo cultural.
Curiosidades y datos interesantes
- La fotografía más antigua que se conserva de la Entrada de Toros y Caballos data de 1894, capturada por el fotógrafo francés Julio Derrey.
- El recorrido de la Entrada mide exactamente 450,20 metros, y está cubierto de arena para asegurar la comodidad de los toros y caballos.
- Los jinetes que participan en la Entrada, conocidos como caballistas, forman parte de una asociación que organiza sorteos para determinar quiénes correrán en cada jornada.
- A lo largo de la semana de la Entrada, se estima que entre 150.000 y 200.000 personas asisten al evento, dependiendo del día y las condiciones climáticas.
- La tradición de la Entrada se transmite de padres a hijos, y es común ver a varias generaciones de una misma familia participando juntas en el encierro.
Reflexiones finales
La Entrada de Toros y Caballos de Segorbe es más que una simple festividad local; es un testimonio viviente de la historia, la cultura y el espíritu comunitario de una región. A través de los siglos, esta celebración ha sabido mantenerse relevante y significativa, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia. ¿Qué papel crees que juegan las tradiciones en la identidad de una comunidad? ¿Cómo podemos equilibrar el respeto por la tradición con las consideraciones modernas sobre el bienestar animal y la sostenibilidad?
Foto extraída de las redes Sociales: Fotos J.Toledo