La curiosidad por descubrir qué tesoros esconde una vivienda antigua y la posibilidad de darles una segunda vida vuelve a ser un plan para este fin de semana en Valencia. Tras el éxito de ediciones anteriores en barrios como Patraix, el fenómeno del «vaciado» de casas se traslada ahora al Eixample, concretamente a una gran vivienda de 170 metros cuadrados.
Una céntrica vivienda de la calle Joaquín Costa organiza tres jornadas de puertas abiertas para liquidar muebles, decoración y joyas vintage solo esta semana.
Detrás de esta convocatoria está Entre Tesoros Market, un colectivo que organiza citas de venta directa de antigüedades. En este caso, la venta de puertas abiertas será los próximos 21, 22 y 23 de noviembre.
El evento tendrá lugar en el número 41 de la Calle Joaquín Costa. Quienes lo visiten podrán recorrer las estancias del piso y adquirir cualquiera de los objetos expuestos.
Qué podrás encontrar en este desembalaje

A diferencia de un rastro convencional, aquí los artículos se presentan en su contexto original. Entre las piezas disponibles para su venta se encuentran juegos completos de cristalería y vajillas de firmas clásicas como La Cartuja y Santa Clara. También habrá una selección de moda y accesorios, como bolsos vintage y un surtido de bisutería única.
Para quienes busquen dar un toque retro a su hogar, la venta incluye manteles, mantillas y diversos objetos de decoración. Además, el apartado cultural cuenta en esta edición con la venta de discos de vinilo, cámaras fotográficas analógicas, libros y cuadros.
Novedad en el acceso: cita previa y entrada libre
Debido a la expectación que generan habitualmente estos mercadillos domésticos, la organización ha establecido un sistema híbrido de entrada para garantizar una experiencia de compra cómoda.
El viernes 21 de 15:00 a 17:00 horas se reservará para quienes descarguen su entrada gratuita a través de Eventbrite (entradas agotadas).
Para el resto, a partir de las 17:00 horas del viernes, y durante todo el sábado y el domingo, la entrada será libre y sin necesidad de reserva hasta completar aforo. Desde la organización recalcan que se han establecido estos horarios «para no entorpecer ni molestar a la comunidad de vecinos».