En la tumba número 12 se encuentran los restos de Anton Galler, fallecido en la ciudad en 1995. El 12 de agosto de 1944, en la localidad italiana de Santa Anna di Stazzema, fue el responsable del fusilamiento de 500 personas, entre ellas mujeres y niños; después, ordenó rociar los cuerpos con gasolina. Galler fue detenido por los alemanes, pero un error burocrático provocó que pudiera huir a España en la década de los 40 e instalarse en una casa de la partida de la Florida de Dénia.
Otro personaje con presencia en Dénia fue Johannes Bernhard, de una gran importancia jerárquica en el Tercer Reich. Mediador entre Franco y el régimen nazi, fue uno de los creadores de la terrible Legión Condor, la que bombardeó Guernica. Tras la derrota de la Alemania nazi, Franco le agradeció los servicios prestados regalándole en Dénia una villa valorada en 125.000 pesetas de la época que Ronda sitúa como el Mas d’Oliver.
Si bien su obsesión por la posibilidad de que espías judíos le asesinaran le llevó a exiliarse más tarde a Argentina, algunos investigadores aseguran que fue Bernhardt el responsable de que Bremer acabara en Dénia.
La posibilidad de que a la capital de la Marina Alta acudieran jerarcas nazis aún más destacados por sus crímenes entra ya en el terreno de las hipótesis. Algunas investigaciones han apuntado a la presencia de Aribert Heim, más conocido como el carnicero del campo de concentración de Mauthausen.
E incluso a la de Martin Bormann, lugarteniente del propio Hitler y uno de sus acompañantes durante los últimos días del búnquer en el Berlín sitiado de 1945. Esta última tesis parece descartada: investigaciones como la de Antony Beevor en Berlín 1945: La caída aseveran que Bormann murió a manos de soldados soviéticos a las pocas horas de escapar del búnquer.
Las huellas del nazismo de Dénia en la actualidad:
Clara Sánchez amplía su denuncia literaria sobre los nazis escondidos en Dénia. La Marina Plaza. Octubre 2016
El retiro dorado de los nazis. Joan Cantarero. El Pais. Mayo de 2010