“Semanari bilingüe, festiu y lliterari” es el subtítulo de esta publicación de carácter humorístico y de crítica política, cultural y social y de creación literaria, tanto en prosa como en verso, e ideología republicana, escrito en su mayor parte en lengua valenciana, que tuvo una vida irregular, pues desaparecerá y reaparecerá en varios periodos, entre finales del siglo diecinueve y las dos primeras décadas del veinte, consiguiendo ser uno de los principales periódicos satíricos valencianos de aquel tiempo –junto a La Traca (1884-1923)–, con páginas ilustradas además de caricaturas, viñetas y chistes gráficos. Comenzó a publicarse el 13 de mayo de 1894, en la imprenta de Cortés, estampándose en papel de colores en entregas de cuatro páginas, compuestas a cuatro columnas, en las que llegará a incluir unas crónicas madrileñas o una sección literaria castellana en su última plana, además de anuncios comerciales.
Sin poder precisarse con exactitud cuándo deja de publicarse o en qué momento reaparece de nuevo en cada una de algunas de sus épocas, pudo iniciar la segunda en 1897, y una tercera, probablemente, en marzo de 1899. Aunque se desconoce también cuándo podía reiniciar la numeración de sus entregas, la colección de este título en la Biblioteca Nacional de España (BNE) contiene el número 70, de esta época tercera, con la indicación de que está en su séptimo año de edición, y que corresponde al 31 de julio de 1900, estampado en la Imprenta de M. Ferrero y Compañía.
Si en su primera época habían aparecido en sus páginas las firmas del escritor Lluís Bernat i Ferrer (a quien se le atribuye su fundación), Sebastián Gomila, Eduardo del Palacio, Eduard Guillar, Jusep Senís Calvo, José Bernat Baldoví, Jusep Jakson Vryam, R. Andreu Cabrelles o Ramón Díaz, en esta tercera colaboran con textos literarios M. Domingo Bondia, Ventura Vidal, Joant Batiste Argent Morales, T. Canet Ferrando, Lloréns Renart, Jusep Vilanova Imarguez, A. Mateu Ferrer, Severi Guastavino Robba, Lambert Oliver, Alfred Portolés, Antonio Pérez o Vicent Ferrandis. Según Navarro Cabanes (1928), entre 1899-1900 llegó a editar algún suplemento para sustituir en alguna ocasión a El Pueblo (1894-1939), cuando quedaba suspendido por las autoridades el diario republicano vinculado a Vicente Blasco Ibáñez, escritor y político al que le dedicará, precisamente, el número 73, de 23 de agosto de ese año 1900.
Se conocen otros números de este título de 1902, 1903 y 1904, también pertenecientes a su época tercera. En julio de 1907, el semanario inició una cuarta etapa, que duró hasta finales de 1908, siendo entonces su director al escritor Bernat i Ferrer, y firmando sus colaboradores con seudónimos. Un posterior periodo de publicación de La Troná es el que va del 29 de septiembre de 1912 al dos de febrero de 1913, con un total de trece entregas, a las que se accede a través de la Biblioteca Valenciana Digital. También dirigido por Bernat i Ferrer, fueron ahora sus colaboradores Joaquín Herrero, Juan Batiste Rogel, Rafael Montoro o Josep Bort Montoro. Fue estampado en la Imprenta de M. Pau y salía todos los “dumenches”. Sin mantener relación, entre el cinco de octubre de 1912 y el 18 de enero de 1913, apareció también un nuevo semanario: La Troná nova, con el mismo subtítulo que La Troná y dirigido por Eduardo Molina Vaño.
La colección de este título en la BNE también contiene además los números 1 a 4 y 7, que van desde el 26 de febrero al 11 de abril de 1915. En estos no se indica época y sí Año I. Navarro Cabanes (1928) señala la existencia de una octava entrega en este periodo y que cesó en ese mes de abril, expresando además que, aunque mantiene la misma cabecera, no tiene relación con los artífices de sus épocas anteriores. Aparece así mismo indicado en su cabecera que su director es ahora Nifares y su administrador, Visént Pastor. Cuando el primero es denunciado por la fiscalía, anuncia que ocupará la dirección de forma interina el escritor Rafael Gayano i Lluch (1890-1954). Entre sus colaboradores se encuentran ahora Ramón Pérez Antón, Josep Rico Gomis, A. Rug Alsina, Pere Ortiz o Camilo Doménech. En este periodo, empezó publicándose los “divéndres” y después todos los “dumenches”; inserta caricaturas y viñetas y su número cuatro está dedicado a las fallas. Es estampado en la tipografía de E. Vidal.
Su título –La Troná – proviene de “tronada”, probablemente en referencia al republicanismo “batallador” identificado con el escritor y político Blasco Ibáñez, al que Bernat i Ferrer, como disidente del blasquismo, llegará a acusar de ejercer un “caciquismo rojo”. Editará también una colección de folletos que formarán una Biblioteca, así como algunos Almanaques anuales (Almanach).
Además del Catálogo de la prensa valenciana, de Navarro Cabanes (1928), referencias a este título se encuentran en la obra de Jaume Guillamet (2003) y en el trabajo de Lucía Batuecas Martínez (2013-2014)