Jornada de puertas abiertas del Patronato de la Fundación Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer, una excelente oportunidad para poner en valor la oferta educativa del centro y su función social y para reforzar el conocimiento del centro.
Los asistentes a la Jornada de Puertas Abiertas pudo ver insitu la vida y propuesta educativa del mismo. Así, los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer su proyecto educativo, al equipo docente, a los propios alumnos, las instalaciones, los proyectos en los participa el centro, etc. Junto con una sesión informativa en la que el equipo presentó los valores del centro resolviendo las dudas que pudieron surgir, al poner en contacto al público asistente con los docentes y cuidadores. Recordar que la Fundación Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer, está nominada para el PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 2019 que se darán a conocer hasta el próximo 13 de junio.
La Fundación realiza una labor ininterrumpida en favor de los miles de niños y niñas que ha acogido durante sus 609 años de existencia.
El Colegio Imperial de Niños Huérfanos, seis veces centenario, fue creado por San Vicente Ferrer en 1.410 para acoger y atender a niños y niñas huérfanos en la ciudad de Valencia, pues desde siempre fue una institución mixta. En sus más de 600 años de existencia ha acogido y educado a más de
30.000 niñas y niños, una larga historia que sigue siendo viva.
Se trata, sin duda, de la institución benéfica en activo más antigua del mundo que ha funcionado de manera ininterrumpida desde su fundación pese a guerras o catástrofes acaecidas en sus diferentes sedes. En su estructura única de casa-colegio se convirtió en la primera de Europa que enseñaba a leer y escribir a niñas a finales del Siglo XVIII1, diferenciándose así de instituciones similares, en las que tan solo se les instruía en labores y música, o en aquello que les pudiese servir para la vida en casa o en conventos religiosos.
En 2010 c elebró su 600 º aniversario, efeméride que fue señalada por SS. Majestades D. Juan Carlos I y Doña Sofía, entonces Reyes de España, que recibió en audiencia privada a una representación representativa del Colegio en el Palacio de la Zarzuela; también la Administración pública y otros muchos estamentos civiles significaron durante las celebraciones de los 600 años la singularidad del Colegio, recibiendo, entre otras distinciones, la Medalla de Oro de la ciudad de Valencia, la Distinción de la Generalitat Valenciana y, algo más tarde, el Premio educación y sociedad (2011), del Colegio Oficial de Pedagogos y Psicopedagogos de la C.V., o el Premio Justicia de la Generalitat Valenciana (2014).
Este año de 2019 ha sido declarado por la Santa Sede Año Ju bilar Vicentino con motivo del VI Centenario de la muerte de S. Vicente Ferrer, efemérides que Les Corts Valencianes i el Consell de la Generalitat Valenciana han señalado igualmente declarándolo Any de Sant Vicent Ferrer.
Esta última circunstancia y la larga trayectoria de servicio del Colegio a la Sociedad en unos de sus componentes más frágiles, la infancia desamparada, ha animado al Patronato de la Fundación Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer a promover la candidatura, presentada por Cáritas Española, para el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2019.
PERFIL HISTÓRICO
El Colegio Fue fundado por San Vicente Ferrer en 1.410, reconociéndole plena personalidad como Institución benéfica S.M. el Rey Don Felipe II por Real Carta de 14 de Marzo de 1.593, siendo clasificada como de beneficencia particular por R.O. del Ministerio de Gobernación de 27 de Noviembre de
1.912 y declarada de «interés social» en el consejo de Ministros de fecha 8 de Febrero de 1.973; adaptados sus Estatutos a la Ley 30/94 de 24 de Noviembre, fue inscrita en el Registro de Fundaciones de la Comunidad Valenciana con el número 49 (V). En resolución del 12 de Marzo de 2001, se inscribe en la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas, Sección de Fundaciones, la adaptación estatutaria a la Ley 8/98.
FIN FUNDACIONAL
La Fundación tiene como fin dar albergue, alimentación, educación y formación moral, religiosa y social, lo más completa posible, siguiendo la doctrina de la Iglesia Católica, a niños de ambos sexos, necesitados y que sean huérfanos o se encuentren en una situación familiar semejante a la de orfandad (cfr. Estatutos, art. 3, I).
PERFIL DEL BENEFICIARIO
Desde hace varios años el Colegio ha reinterpretado lo relativo al perfil de sus niños y niñas beneficiarios, adaptándolo a las necesidades reales de la sociedad contemporánea; dicho perfil ha sido ampliado desde el de huérfano, en sentido estricto, hasta los niños y niñas cuyas familias sufren dificultades sociales, económicas, estructurales, ocasionadas por diversas circunstancias tales como la monoparentalidad (por defunción, abandono, medidas judiciales y penitenciarias…), bajos ingresos económicos (por precariedad laboral, dependencia de ayudas sociales, …) u otras situaciones desgraciadas, como violencia de género , desahucios, migración, familiares (abuelos, tíos) que han acogido a nietos o sobrinos y que, en ocasiones, subsisten gracias a las pensiones o subsidios de familiares que los perciben, hecha la salvedad de que tales circunstancias no comporten medidas administrativas o judiciales de protección para los menores, y que su guarda y custodia permanezca en el ámbito familiar.
Este último extremo es particularmente importante para poder captar mejor la labor singular del Colegio Imperial y distinguirla, por una parte, de la que se hace en los centros de menores, y por otra, de la figura del acogimiento en familia extensa, a los cuales complementa. Pensamos, en efecto, que esta singularidad resulta enriquecedora en el conjunto de la atención a los niños y niñas de la Comunidad Valenciana, habiendo sido por otra parte el distintivo de esta Fundación durante su ya larga histórica, iniciada en 1410.
Las circunstancias familiares adversas inciden de manera negativa en el proceso educativo de los menores, de modo que no son pocas las familias afectadas que, junto con otros agentes sociales, reconocen en el Colegio Imperial un recurso adecuado y suficiente para paliar o dar respuesta a aquellas circunstancias, evitando soluciones más drásticas, al menos inicialmente.
ACTUALIDAD
La Fundación atiende en su actual sede de San Antonio de Benagéber (Valencia) a 92 niños y niñas beneficiarios, correspondientes a 60 familias de la Comunidad Valenciana. Se les ofrece alojamiento, manutención y formación escolar reglada y extraescolar, de lunes a viernes, en periodo lectivo. Un equipo de 11 tutores intenta crear un ambiente familiar, que ayude a los niños y niñas a crecer en un ambiente normalizado, en la residencia de la formación, donde están divididos por edades y sexos.
El Colegio Imperial es también titular del Centro concertado de Educación Primaria y Secundaria Fundación San Vicente Ferrer, ubicado en el mismo complejo de San Antonio de Benagéber. El Centro, de educación mixta, fue erigido en el año 2002 para ofrecer de manera conveniente la educación escolar reglada a los colegiales becados del internado y también a la creciente población escolar de la localidad.
Tutorías para el desarrollo emocional, intelectual, moral, estética, física.
En las tutorías los colegiales comparten espacios y actividades. Así, juntos y bajo la supervisión atenta del tutor, estudian, aprenden a convivir y respetarse, colaboran en las tareas domésticas, hacen deporte y completan su formación religiosa y humana.
Grado de satisfacción del 88%
La Fundación pretende que todos los servicios que ofrece den el mejor resultado posible, siempre pensando en los niños y niñas beneficiarios y en su futuro o medio y largo plazo. Por ello se está trabajando en dos líneas de acción desde hace 5 años: Estudio del procedimiento de calidad según lo norma ISO 9001 y realización de una encuesta de satisfacción.
Más de 600 años de antigüedad
San Vicente Ferrer, que en 1410 está en Valencia, recoge a niños huérfanos y abandonados bajo el cuidado y tutela de los Beguines. En 1540, al decaer la asistencia a los niños por parte de los Beguines, algunos Caballeros se hacen cargo de aquéllos, formando la Cofradía del Bienaventurado San Vicente Ferrer.