n Artista desde la Infancia
A Jesús Arrúe siempre le apasionó dibujar y pintar. Desde niño, mostró una gran destreza con los lápices y los colores, dejando muestras de su talento en las paredes del barrio valenciano de Velluters, donde creció. Aunque la vida lo llevó por diferentes caminos, incluyendo trabajos como gogó en discotecas, camarero y vendedor, su destino cambió cuando decidió pintar un retrato de David Bowie tras la muerte del cantante en 2016. Este retrato, que colgó en Internet a modo de homenaje, le trajo numerosos encargos, incluso de personas conocidas.
Decisión de Dedicarse a la Pintura
Confirmado por el éxito de sus retratos, Arrúe decidió dejar su empleo fijo y dedicarse profesionalmente a la pintura. Sin embargo, no dejó de lado su activismo, denunciando la turistificación del centro de Valencia. En 2019, pintó el rostro de Bowie atravesado por un rayo rojo y verde en la fachada de un edificio abandonado junto a su estudio en el barrio del Carme. Esta obra se convirtió en un símbolo del barrio y una parada obligada en el circuito de grafitis locales.
De la Calle al Museo
El grafiti de Bowie no solo gustó al público, sino que también atrajo la atención de las instituciones. En 2021, cuando el edificio iba a ser demolido para construir viviendas, Arrúe alertó en las redes sociales, generando una campaña para salvar la obra. Gracias a la intermediación de los concejales Fernando Giner y Gloria Tello, y la colaboración de la constructora Edicantos, el grafiti fue indultado y expuesto durante un año en el Centre del Carme Cultura Contemporània.
Incorporación al L’Etno
Este lunes, el retrato de Bowie ha sido trasladado y forma ahora parte de la colección permanente del Museo de Etnografía de Valencia (L’Etno). Joan Seguí, director del museo, explicó que el grafiti encaja perfectamente en la exposición dedicada a los muros que definen la ciudad, resaltando su valor como expresión de cultura popular. Paco Teruel, responsable de Cultura de la Diputación de Valencia, se mostró igualmente satisfecho con la incorporación.
Reconocimiento y Proyección
Jesús Arrúe ha consolidado su trayectoria artística en los últimos años, expandiendo su obra más allá de los retratos. En 2019, vendió un cuadro a Madonna, quien compartió la obra en Instagram, impulsando significativamente la proyección de Arrúe. Influenciado por artistas como Lucian Freud, Francis Bacon y Egon Schiele, Arrúe ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas, en galerías y espacios urbanos.
Conclusión
La historia de Jesús Arrúe es un testimonio de cómo el talento y la perseverancia pueden llevar a un artista desde las paredes de un barrio hasta los museos más prestigiosos. Su obra, nacida de la pasión y el activismo, ahora forma parte del patrimonio cultural de Valencia, inspirando a nuevas generaciones y celebrando la riqueza de la cultura popular.
