El nuevo corsé para las caderas hablamos de 1899
LA EVOLUCIÓN DEL CORSÉ según la revista Alrededor del mundo ll Agosto 1899
— ¡Señora, ya no se gastan caderas! — Tal dicen ahora las modista célebres de París á sus parroquianas. Y, en efecto, se niegan a hacer vestidos en los cuales haya sitio para las caderas.
Son ya consideradas éstas como cosa vulgar; las reinas de la moda quieren convertir en alcuzas á las mujeres. Después de haberlas deformado el pecho y la cintura, quieren continuar al resto del cuerpo su empresa de afear la hermosa obra maestra de la naturaleza.
Lo inverosímil es que las mujeres se sometan humildemente á esta degradación y á este martirio de su cuerpo y que por el capricho estúpido de una modista que probablemente carece de caderas, comprometan su salud y sus condiciones para la maternidad.
Es curioso cómo el corsé, de simple cinturón que era en un principio, ha, ido invadiendo poco á poco el cuerpo de la mujer.
Nuestros grabados dan idea completa de su evolución y de sus progresos.
Inventáronlo las griegas y las romanas, que además de cinturón llevaban una banda para sostener los pechos, banda que resucitaron las
merveilleuses
Los incroyables (increíbles) y sus contrapartes femeninas, las merveilleuses (maravillosas, equivalente a «divas fabulosas» en este contexto), eran miembros de una subcultura de moda aristocrática en el París de la época del Directorio. Como catarsis o en una necesidad de volver a conectar con otros supervivientes del reinado del Terror, recibieron al nuevo régimen con un brote de lujo, decadencia e incluso tontería. Empezaron a crear tendencias de moda en ropa y actitudes que hoy pueden parecer exageradas, afectadas o incluso decadentes. Por ejemplo, algunos prefirieron ser llamado «incoyable» o «meveilleuse», evitando así la letra R, como en «révolution». Al finalizar este período, la sociedad dio un giro hacia algo más sobrio y modesto.
y las elegantes del Directorio y del período napoleónico, cuando era de buen tono todo lo griego. Siguió creciendo hasta que se unieron la banda y el cinturón, y en el siglo XVI se llegó ya á construir corsés de hierro. Estos tenían puertecillas especiales para uso de las madres que estaban criando, y estaban compuestos de tiras de hierro con sus goznes y sus llavecitas para poder abrirlas ó cerrarlas lo mismo que si fueran puertas.
LA DAMA OCTUBRE 1909
Los corsés que ahora se están haciendo para oprimir las caderas al mismo tiempo que el busto deben ser instrumentos de martirio casi tan grande como los de hierro del siglo XVI
LA DAMA DICIEMBRE, I9I0
