El pequeño, que nació en febrero con graves complicaciones, ha podido reunirse por fin con su padre Moreno, quien lo recibió con abrazos y gestos de ternura.
Valencia. – La familia de chimpancés del Bioparc Valencia ha vivido esta semana uno de sus momentos más especiales. Ekon, el bebé nacido el pasado mes de febrero, ha protagonizado su primer encuentro con su padre, Moreno, en una escena llena de afecto que ha conmovido al personal del parque y a los visitantes.
Moreno, el imponente macho del grupo, recibió a su hijo con un cálido abrazo y numerosas muestras de cariño, en lo que el equipo de primatología ha calificado como un “momento histórico” dentro del proceso de reintegración familiar del pequeño.
Una historia de superación
El nacimiento de Ekon —nombre elegido por votación popular y que significa “fuerza”— estuvo marcado por la fragilidad. Poco después de venir al mundo, sufrió complicaciones de salud que obligaron al equipo veterinario y de cuidadores a activar un complejo protocolo de supervivencia.
Durante semanas, el personal especializado lo alimentó con biberones para garantizar su desarrollo, evitando la impronta humana y manteniendo el contacto visual y sonoro con su madre, Eva, y con el resto de su familia.
Una vez recuperado, Ekon fue reintroducido progresivamente en el grupo, primero junto a su madre, luego con su hermana y sus tías, y finalmente con su padre, completando así una fase crucial de socialización.
Un símbolo para la conservación
Ekon pertenece a la subespecie Pan troglodytes verus, el chimpancé occidental, una de las más amenazadas del planeta y catalogada en Peligro Crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El Bioparc Valencia, junto con el Bioparc Fuengirola, acoge el grupo más importante de esta especie en España, dentro del programa internacional de conservación que vela por su supervivencia a través de la cría controlada y el mantenimiento de la diversidad genética.
Entre 1990 y 2014, la población silvestre de chimpancés occidentales se redujo más de un 80%, una tendencia alarmante que podría llevar a su extinción total en África antes de 2060 si no se refuerzan las medidas de protección.
Creciendo fuerte y curioso
Con apenas ocho meses, Ekon empieza a mostrar comportamientos propios de su edad: vocaliza, llora, se queja y, sobre todo, explora. Gracias a las estructuras diseñadas para estimular su movimiento, trepa con soltura usando manos y pies, demostrando la energía y curiosidad que su nombre representa.
Su historia es, según los cuidadores, un mensaje de esperanza sobre la capacidad de la ciencia, la dedicación y el amor por la naturaleza para cambiar el destino de una especie entera.
“Ekon simboliza el futuro de los chimpancés y el esfuerzo conjunto de todos los que creen que aún estamos a tiempo de evitar su desaparición”, destacan desde Bioparc.