La última gran rehabilitación de las Torres de Quart se remonta a 2005, bajo la dirección del arquitecto Manuel Jesús Ramírez Blanco. Ahora, dos décadas después, el Ayuntamiento de Valencia ha iniciado una nueva intervención con el objetivo de conservar este Bien de Interés Cultural (BIC) afectado por el paso del tiempo, el vandalismo y las condiciones climáticas.
El presupuesto de los trabajos asciende a 47.489 euros y se estima que tendrán una duración de dos meses. Durante este tiempo, las torres permanecerán cerradas al público por motivos de seguridad. “Con esta acción recuperamos el brillo de uno de nuestros monumentos más visitados, junto con la Lonja y las Torres de Serranos, preservándolo para las futuras generaciones”, ha señalado el concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno.
Una joya del gótico militar valenciano
Las Torres de Quart, construidas entre 1441 y 1460 por Pere Bofill junto a los maestros Francesc Baldomar y Pere Compte, representan el gótico militar valenciano tardío. Inspiradas en el Castel Nuovo de Nápoles de Guillem Sagrera, fueron declaradas Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931.
Junto a las Torres de Serranos, son las únicas puertas que se conservan de la antigua muralla medieval de Valencia. Sus muros conservan las huellas de los cañonazos de la Guerra de la Independencia, lo que les confiere un valor histórico único.
Trabajos de restauración previstos
La empresa adjudicataria, Ibaizabal Técnicos y Obras SLU, llevará a cabo labores de limpieza, conservación y mantenimiento. Entre las patologías detectadas figuran desconchados en las escarpas, morteros deteriorados, hongos y humedades por filtraciones.
Los trabajos incluyen:
- Tratamiento biocida en superficies afectadas por hongos y líquenes.
- Renovación del revestimiento de cal en las escarpas y sustitución del mortero por uno microporoso.
- Sellado y limpieza de escaleras y barandillas para evitar filtraciones de agua.
- Reparación de elementos metálicos oxidados y reposición de piezas de piedra dañadas.
- Retirada de instalaciones en desuso y focos que generaban riesgo.
- Actuación sobre carpinterías exteriores de los años 60-70, muy deterioradas.
Una intervención respetuosa
El proyecto, basado en la memoria técnica del arquitecto Javier Benlloch, sigue criterios de mínima intervención, garantizando la reversibilidad y el respeto a los valores históricos, artísticos y volumétricos del monumento.
De esta forma, el Ayuntamiento busca prolongar la vida de uno de los emblemas más reconocibles de Valencia, asegurando su conservación para el disfrute de vecinos y visitantes.