Hubo un tiempo en que ir al cine no era solo una actividad de ocio, sino un verdadero evento social. Las grandes salas eran templos del entretenimiento, con arquitecturas majestuosas, butacas tapizadas, luces doradas y un murmullo elegante previo al inicio de la proyección. En Valencia, uno de los símbolos más queridos de esa época fue el Cine Gran Vía, ubicado en el número 33 de la Gran Vía del Marqués del Turia.

🎬 Inauguración y primeros años: el cine como lujo
El Cine Gran Vía fue inaugurado en torno a 1939, en pleno contexto de posguerra. Desde su apertura, se convirtió en una de las salas más modernas y emblemáticas de la ciudad. Diseñado con una estética elegante y funcional, el cine contaba con un gran patio de butacas, palcos superiores, un escenario con cortinaje de terciopelo y un imponente vestíbulo de entrada, que invitaba al espectador a sumergirse en la magia del séptimo arte.
Durante sus primeros años, el cine proyectaba los grandes éxitos del cine español y americano, en un tiempo donde el celuloide era una vía de escape, evasión y, para muchos, una ventana al mundo.
🌟 Décadas doradas: de los años 50 a los 70
Durante los años 50 y 60, el Cine Gran Vía vivió su auge absoluto. Era habitual ver largas colas que doblaban la esquina, especialmente los domingos por la tarde. Familias, parejas jóvenes, grupos de amigos… Todos querían ver las últimas películas de Ava Gardner, Gary Cooper, Audrey Hepburn, Charlton Heston o Cantinflas.
La sala acogía también estrenos de cine español, sesiones dobles y, más adelante, películas de arte y ensayo. El Gran Vía no era solo un cine de barrio, era un referente cultural que rivalizaba con otras grandes salas como el Cine Lys, el Capitol o el Metropol.
🍿 Los años 80 y 90: la lenta decadencia
Con la llegada del vídeo doméstico, los multicines y los nuevos hábitos de consumo cultural, el Cine Gran Vía, como tantos otros, empezó a perder afluencia. Aunque se mantuvo abierto, la programación fue adaptándose a un público más reducido y, en ocasiones, apostó por títulos menos comerciales o de reestreno.
En sus últimos años, la sala conservaba todavía parte de su encanto, pero el desgaste era evidente: butacas viejas, problemas de climatización, y un entorno urbano que también cambiaba a su alrededor.
🚪 El cierre en 1998: el fin de una época
En 1998, tras casi seis décadas de proyecciones, el Cine Gran Vía cerró definitivamente sus puertas. Con su clausura, Valencia perdía no solo una sala de cine, sino un fragmento de su memoria urbana. El edificio fue finalmente reconvertido para otros usos comerciales, y con él desapareció una de las últimas grandes salas de una época dorada.
Para muchos valencianos, el Gran Vía forma parte de su biografía: la primera película, el primer beso en la penumbra, la risa compartida, las luces que se apagan… Momentos irrepetibles que hoy sobreviven solo en el recuerdo.
📚 Fuentes consultadas:
- Archivo Municipal de Valencia
- Hemeroteca del diario Las Provincias
- Asociación Valenciana de Amigos del Cine
- Testimonios orales de antiguos espectadores recogidos por blogs culturales